Disponibilidad para futuros posibles
Colonización de Marte, automatización de funciones repetitivas, nano robótica, algoritmos… el futuro promete grandes transformaciones. Nadie sabe con certeza qué será, pero seguramente será muy distinto de lo que sabemos hoy. No hace falta pensar mucho para darse cuenta de este hecho, ni para darse cuenta de la importancia de estar preparado para lo que vendrá.
Para esto, la transformación es vital, tanto para las personas como para las empresas y las industrias. Si bien esta necesidad es obvia, practicarla es un desafío. Pasar por un proceso de cambio sabiendo cómo preservar lo esencial es aún más difícil.
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El primer paso para renovarse con éxito es tener una mirada franca y profunda de usted mismo. En el caso de una empresa, esto significa comprender la naturaleza de lo que se hace, la realidad del equipo, la relación con el público y la razón por la que existe. Luego elija lo que se retendrá y lo que se debe repensar. Luego diseñe y realice lo nuevo. Finalmente, empiece otra vez.
La trayectoria de la innovación no es lineal, sino cíclica
Desde 1988, cuando el economista y politólogo austríaco Joseph Schumpeter publicó sus estudios pioneros sobre innovación, han surgido muchas teorías y definiciones.
Entre concordancias y divergencias, podemos suponer que, en general, los investigadores del tema están de acuerdo en mayor o menor grado en que el proceso de innovación se divide en 3 fases :
- Invención, que es la aparición de un nuevo concepto con alto potencial de explotación comercial.
- La innovación misma, que es la aplicación de este concepto en términos prácticos.
- Difusión, que es la fase de inserción de nuevos productos o procesos en el mercado y sus consecuencias ante el consumidor y la competencia.
Por supuesto, para que tenga lugar la fase de invención, debe haber un contexto completo que implique inversión en investigación, apertura a la experimentación, identificación de una oportunidad y agilidad para aprovecharla. Las condiciones necesarias para la creación de este contexto están directamente vinculadas a la difusión de la innovación previa, estableciendo un ciclo que alimenta y mueve el mercado.
Symnetics encaja en esta lógica como un catalizador para el cambio. Construya, deconstruya y reconstruya junto con sus clientes, ayudando a construir el futuro de los negocios y las personas. A través de su propia metodología llamada Track of Motion, impulsa la transformación de las empresas en un proceso de 3 pasos :
- Desarrollo de conceptos
- Creación de prototipos
- Aventura
Este método ha demostrado su eficacia y siempre se está mejorando. Cada paso se describe con más detalle en el artículo «Diseño estratégico: ¿Cómo prepararse para el futuro?” Su principal ventaja es su flexibilidad, que le permite satisfacer múltiples perfiles, necesidades variadas y contextos diversos, manteniendo siempre la calidad en la ejecución y excelentes resultados. Estas características son primordiales en el rendimiento de Symnetics y se reafirman con cada trabajo realizado.
SER CONFIABLE Y SENCILLO PARA INSPIRAR LA CONFIANZA
Como una forma de hacer esto más evidente en la expresión de la marca, se creó una nueva identidad visual. El color elegido expresa distinción, nobleza, excelencia. El ícono se combina para representar la adaptabilidad. La suite refleja flexibilidad y consistencia para crear, adaptar, integrar e implementar.
En línea con la transformación interna de Symnetics en su forma de actuar y comunicarse marca el comienzo de un momento en la historia de la compañía. Hoy, las fuentes de información son numerosas y su legitimidad es casi siempre cuestionable. En la volatilidad del mundo actual, ser genuino, transparente y creíble es cada vez más importante. Más que nunca, es necesario ser coherente en el discurso y la acción para ser creíbles y establecer una relación de confianza con los consumidores y las partes interesadas. Es por eso que es el momento ideal para que Symnetics se presente con una apariencia renovada y establezca claramente sus principios.