Legitimidad empresarial
Luego de la polémica que generó el reparto de utilidades por encima del mínimo legal, el directorio de Cencosud informó que decidió no acogerse a la Ley de Protección del Empleo. Pese a que la única salida que existía era retractarse de usar este beneficio, sin duda, este tipo de situaciones despiertan en el colectivo ciudadano una nociva imagen del empresariado.
Lo que se quebranta acá es la legitimidad de la organización como creadora de valor y los líderes como figuras que deben guiar el mejor camino para seguir en estos tiempos. Ignorar la forma de hacer empresa en Chile, puede ser un grave problema.
Es evidente que en una crisis como la que está viviendo nuestro país y el mundo entero producto de esta pandemia, las señales importan y mucho, especialmente cuando hablamos de confianza. Y justamente señales como las que vimos hace unos días no contribuyen en el camino que necesitamos seguir.
En la actualidad, la principal crisis que amenaza a la empresa no es meramente económica, sino que de legitimidad. Pese a ello, muchas organizaciones están atrapadas en un círculo vicioso, prófugas de decisiones netamente económicas que hoy se tornan muy complejas.
La clave del progreso a futuro es buscar el modo correcto para desarrollar la vida de la empresa, mediante la creación de valor compartido, donde se vele por el interés de todos sus stakeholders. El propósito de las organizaciones y los negocios nos desafía a llegar más allá y algunas empresas ya lo comprendieron.
La próxima gran transformación en el pensamiento de negocios, que les permitirá salir invictos de estas sucesivas crisis, se originará solo si las organizaciones crean valor social, con una mirada ética y responsable, donde el pilar central sea la persona.
Alejandro Inzunza, socio Symnetics