Nueve de cada diez altos ejecutivos cree que las organizaciones no están preparadas para identificar fenómenos disruptivos a tiempo
Durante el mes de junio en conjunto con la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), el equipo de Symnetics Chile lanzó el estudio “Prospectar el futuro: Desafíos estratégicos para los próximos 20 años de las organizaciones en Chile”, en el que se analizaron los principales desafíos de los líderes y las organizaciones en tiempos de múltiples cambios.
El estudio, que documentó la respuesta de 34 líderes, entre ellos, directores de empresas, gerentes generales, directores ejecutivos, miembros de directores, ministros, exministros y subsecretarios, sostiene que existe un deseo de llegar a un futuro mejor que el actual en un plazo de 20 años, pero no hay evidencia que las organizaciones están trabajando para lograrlo. Un 91% cree que las organizaciones públicas y privadas en Chile no están preparadas para identificar fenómenos disruptivos a tiempo. Los entrevistados advierten que es tan fuerte lo que está ocurriendo, y las capacidades para anticipar eventos disruptivos son tan débiles, que la mirada de largo es difícil de implementar.
“Existe la convicción de que debemos hacernos cargo de explorar diversos escenarios posibles y tomar decisiones en el presente conectados con los stakeholders para construir el futuro deseado, en un mundo donde ya no sirve extrapolar el pasado. Sin embargo, el grueso de las organizaciones hoy está mirando como máximo un horizonte de cinco años”, comentó Alejandro Inzunza, socio de Symnetics.
El 85% de los entrevistados considera que prospectar el futuro de manera sistemática y estructurada es muy o extremadamente importante. Pese a ello, existen limitantes que impiden mirar en un plazo de más de cinco años. Entre ellas, el foco en el corto plazo (56%) frente a la necesidad de hacerse cargo de la urgencia del presente y el liderazgo conservador (53%) que es resistente a cambios.
Desafíos a corto y largo plazo
De acuerdo con los líderes de organizaciones, los desafíos a corto plazo, es decir, en un plazo de dos a tres años, están centrados en la reactivación económica con el 52%, para reducir las tasas de desempleo; disminuir la inequidad en un 45%; y en la misma proporción, con un 38%, consideran importante lograr tanto un pacto social y que las organizaciones públicas y privadas tengan un real foco en las personas, situándolas al centro del negocio.
Por otra parte, considerando el largo plazo, que muestra estar “teñido” por la contingencia, en los próximos 10 a 20 años los principales desafíos que identifican son: sociales (97%), relacionados principalmente en el pacto social y la transformación de relaciones humanas y por otra parte, tecnológicas (59%), producto de la digitalización (inteligencia artificial), automatización (robotización) y la tecnologización de las relaciones y los negocios. En tanto, en tercer lugar, se alza dentro de las menciones los económicos (53%), en la que manifiestan que el principal desafío será la crisis económica y la globalización tensionada.
Principales prácticas recomendadas para mirar el futuro
Los altos ejecutivos y directores de empresas también se refieren a las recomendaciones de cómo mejorar la capacidad de las organizaciones de anticiparse a los cambios en el actual contexto y prospectar el futuro, donde el rol de los líderes cumple un rol importante.
“Se torna fundamental el compromiso de los líderes de mirar el futuro y reflexionar su impacto en la organización. Esto implica destinar recursos a metodologías y equipos abocados a los desafíos de largo plazo y también favorecer una mayor diversidad en los grupos y equipos directivos”, afirma Freddy Coronado, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
Según se documentó en el estudio, entre las principales menciones resalta el aumentar la diversidad dentro de la organización (63%), para aunar distintos puntos de vista que permitan tener una mirada sistémica frente a los complejos problemas que se enfrentan; implementar metodologías, para fomentar la mirada de largo plazo con metodologías que ayuden a identificar señales (53%); y finalmente fortalecer la flexibilidad organizacional (38%), para adaptarse de manera ágil a los continuos cambios que presentará el contexto.
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